¿Quién vendrá en el próximo vagón?

¿Quién vendrá en el próximo vagón?

Habrá alguien quién esperé por el mundo, por mí y por vosotros.

Ya no lo creo.

¿Quién vendrá en el próximo vagón?

Si nos hemos hecho polvo; si la tierra se ha encargado de pudrirnos, desde antes que fuéramos barro en sus manos, desde mucho antes que en el pecho nos clavaran estos corazones malditos.

Si, el cielo sigue siendo el mismo, infranqueable y vestido de mar; taciturno, admirado y a la vez incomprendido y de nosotros mismos tan testigo.

Si los rieles se hacen notar, son infinitos y dudó que hayan sido hombres los que edificaron tan virtuosa arte, qué estoy seguro que cada corazón que marco un latido, abrió una brecha, impuso otro lastre y cerro un camino.

¿Quién vendrá en el próximo vagón?

Si enterramos nuestros niños, y ahogamos en océanos de duelo y sangre a sus madres, calcinamos los huesos de sus padres en el lumbre con sus verdosos trajecitos, y acabamos con su reino.

Y yo los odio, si; por que el odio no tiene sinónimos así antes se tengan escritos. Por inmortalizamos a sus verdugos, porque todos somos sucios como el tinte amarillento y vino tinto de la raza que vestimos, y eso no da derecho por mas veneno que emanemos a emplatar nuestro extermino.

¿Quién vendrá en el próximo vagón?

Porque aún en mis sueños me visitan y me cargan las pestañas de su cloro. aún el viento corre con ceniza de los cuerpos, resentidos, apagados y tendidos en el fuego como folios. Porque ya no tiene envergadura entre mis cienes los bisontes de oro, las flechas, sus destinos, el blasón de hierro y plomo, la banda de guerra y sus compases de dominio.

Autor:

Juan Pablo Ramírez. (Demus Moreli)

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